La cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la UEM del 28-29 de octubre dejó un mensaje poco tranquilizador: Alemania y Francia eran más partidarios de que los países que no pudieran afrontar el pago de su deuda soberana la reestructurasen, incluso que se realizaran quitas, antes que renovar dentro de 3 años el European Financial Stability Facility, el fondo soportado por 440.000 M euros de garantías de los estados de la UEM y por el FMI. No parecía le mejor momento para esos comentarios….Y no lo fue. Esas declaraciones llevaron a dudar de la capacidad de los países periféricos de la UEM de afrontar sus pagos desde 2013 en adelante.
¿Es posible que los países de la UEM sean abandonados a su suerte? ¿Dejarían el BCE, ECOFIN o el propio FMI que se produjese un impago de deuda? Esto socavaría gravemente las cuentas del BCE y afectaría a los bancos. Por lo tanto, ¿Sería realmente favorable para Alemania y Francia que incurriera en impago de deuda cualquiera de los países de la UEM? Seguro que no. El viernes 12 de noviembre los principales países de la UEM declararon que no se consideraba la posibilidad de que se realizasen quitas, con lo que las bolsas (y la deuda pública) tomaron aliento.
Parece que Irlanda está en el sitio adecuado en un momento inadecuado y la gran pregunta es si aceptará la ayuda que le brinda la UEM o no. A favor de la aceptación está que en el momento en que se elimine la incertidumbre bajará la prima de riesgo aplicada a la UEM en su conjunto. La parte negativa es que las medidas que deberá adoptar Irlanda a cambio de la ayuda, afectarán notablemente a la imagen del Gobierno y eventualmente al crecimiento del país en el corto plazo. Y que su autonomía descenderá….
Estas dudas han llevado a un proceso en los activos de riesgo y de no riesgo similar pero no igual al visto en mayo-junio de este año. Similar porque los diferenciales de la deuda se han vuelto a disparar, pero no igual porque ni las divisas, ni las rentabilidades de la deuda a corto plazo, ni las Bolsas, ni los CDS, ni los índices de crédito están en los niveles máximos o mínimos (según toque) vistos en ese momento de máxima tensión. En mayo y junio vivimos un movimiento máximo de especulación, que ahora no es tan elevado porque el camino para el rescate de otros países tras el caso de Grecia está definido.
Y mientras, los niveles a los que cotiza nuestra deuda siguen marcando un diferencial sustancial con respecto al resto de periféricos lo que demuestra que, las medidas adoptadas por el Gobierno han sido bien recibidas.
A partir de ahora hay que estar muy atentos al mercado nos dice y no dejar que sea imposible financiarnos, incluso un economista principiante puede estar atento a esa variable. Sin descartar recortes, pensamos que la renta variable es el activo más atractivo a medio plazo y aprovecharíamos eventuales recortes para reforzar posiciones.
Nicolás Fernández y Beatriz Tejero
Dirección de Análisis de Banco Sabadell
Comentarios