El Director de Análisis de Banco Sabadell expone las principales claves de los mercados
Llegamos al final de año. La necesidades de calma en los mercados han pasado con apoyo, más tibio de lo que nos hubiera gustado, por parte de Europa. Parece que se acerca algo más de claridad sobre el mecanismo de rescate o solidaridad que deberá sustituir al actual Fondo Europeo de Estabilización Financiera a partir de 2013. Y se ha suavizado (no eliminado, como preferiríamos) la propuesta alemana que contemplaba la posibilidad de de reestructuraciones de deuda soberana inmediata. Se trabajará en un modelo más próximo al del FMI, que implica que hay más margen de maniobra. En todo caso, mientras los mercados entiendan que el margen dejado a las reestructuraciones de deuda es relativamente elevado, los riesgos para las cotizaciones de la deuda periférica no descenderán significativamente. Y mientras siga el ruido (que si Eurobonos, que si no...), la situación en los mercados no mejorará notablemente, si bien es posible que se vaya consolidando un suelo en estos niveles que debería verse apoyado por otras noticias para subir más.
Y entre tanto, la clave serán las medidas de los países periféricos, el examen continuo del mercado. En este sentido, el Gobierno español reaccionó dándole al mercado parte de lo que necesitaba: más medidas de ajuste, que van por el buen camino, pero que deben continuar con la reforma de las pensiones y la reestructuración de las cajas, idealmente antes de finales de año.
Las palabras del BCE también ayudaron, indicando que siguen comprando deuda, aunque sin dar una cifra. Pareció suficiente para el mercado. Las compras ascendieron la semana pasada a 2.000 millones de euros, máximo desde junio, si bien cantidad aún muy inferior a las registradas al comienzo del programa en mayo. Con todo, antes de caer en la tentación de criticar por rácanas las compras del BCE, desde mediados de ese mes las compras acumuladas ascienden a cerca de 70.000 M de euros. El equivalente a las compras de 75.000 millones de dólares al mes de la Fed serían unos 10.000 M de euros en el caso del BCE, ritmo que casi se alcanzaría con lo hecho la semana pasada.
Los mensajes de estímulo han procedido también de EEUU. Primero fue el recordatorio de Bernanke de que, si fuera necesario, podría ampliar la QE2; después llegaría el mensaje más influyente de Obama: acuerdo con los republicanos para prorrogar por dos años todos los recortes de impuestos de la época de Bush (también para las rentas superiores a los 250.000 dólares, en contra de la propuesta de los Demócratas), recorte temporal del pago de las cotizaciones laborales de las empresas y prórroga de trece meses del subsidio de desempleo. En conjunto, se trata de un estímulo fiscal (comparado con la no prórroga de los recortes de impuestos de Bush) de un billón de dólares en los próximos dos años. Si se tiene en cuenta lo que parecía probable antes de la negociación, el estímulo se aproximaría a los 200.000 M de dólares y podría suponer un mayor crecimiento del PIB en 2011 y 2012 de entre 0,3 y 0,5 puntos porcentuales. Obviamente, el acuerdo fiscal, hace menos probable la posibilidad de que la QE2 deba ser ampliada. La reunión de la Fed del próximo martes puede arrojar más luz al respecto.
¿Qué recomendamos? Las referencias políticas serán las que seguirán marcando la pauta en próximas semanas: aparte de la FED el martes y las medidas de de ajuste presupuestario en el parlamento irlandés el jueves, la clave se centrará en el Consejo Europeo (jueves y viernes) donde previsiblemente se discutirán los temas que están generando polémica —la creación del bono europeo y la ampliación del Fondo de Estabilización Financiera Europea— con Alemania como el “malo de la película”. Niveles hasta un 4% inferiores a los actuales nos parecían buenos para comprar. A lso actuales, esperar porque podría darse un leve recorte (2%-3%) que debería ser aprovechado para seguir subiendo exposición.
Nicolás Fernández
(Director de Análisis de Banco Sabadell)
13-diciembre-2010