El director de Análisis de Banco Sabadell expone las principales claves de los mercados
La Europa actual es una Europa donde nada pasará sin que Alemania lo conozca y lo permita previamente. La Europa actual es una Europa donde el BCE no es el banco de Europa, sino el de Alemania. La Europa actual es la Europa donde se dice una cosa (“apoyamos el euro sin fisuras”) y se hace la contraria (ni una sola medida necesaria y relevante desde julio). La Europa actual es la Europa en la que solo manda uno de los socios, Alemania. La Europa actual se permite que socios comunitarios se financien con tipos a 6 meses del 7% (Italia) o que haya diferenciales por encima de los 450 puntos básicos (España e Italia).
Alemania “se ha visto en la obligación” de imponer su propio plan de ruta. Si tenemos eso claro, habrá que convenir que solo hay dos opciones para ese plan de ruta: o es para “salir de esta” o nos dirige inexorablemente al precipicio.
Por motivos económicos habría que asumir como válida la opción del plan de ruta de Alemania “para salir de esta”: mientras el mercado ya podría estar asumiendo un riesgo de ruptura del euro en el entorno del 25%, nada es gratis y cada día que pasa nos acercamos más a una seria recesión que afectaría a todo el mundo, incluido Alemania.
En opinión de muchos, el plan de ruta de Alemania es ganar en control sobre los países más incumplidores (en el déficit). Una vez que por la marcha de la economía han cambiado los gobiernos de casi todos los países en riesgo y los nuevos aceptan las nuevas necesidades, parece que hemos llegado al primer destino de la ruta trazada.
Pero estamos peor que hace 4 meses y esto es porque en el plan de ruta, en algún momento, hace falta centrarse también en incluir un apoyo total y además explícito del BCE a los países “demasiado grandes para caer” (España e Italia) junto con otras medidas de alivio (la ortodoxia no cuenta ahora) que sirvan para que vuelva a fluir el crédito. Como la esperanza es lo último que se pierde, con el deterioro actual extendiéndose también a Alemania y Francia (si faltaban ejemplos, esta semana Alemania no pudo colocar su deuda, demostrando que igual no es un lugar tan seguro ya, y el diferencial de deuda de Francia sigue subiendo), si asumiéramos que existe ese plan de ruta, la siguiente fecha para mostrarlo al mundo sería la reunión de ministros de finanzas del 29/30 de noviembre o la cumbre del 9 de diciembre. Ahora mismo, parece poco probable que ocurra pero…, pero es difícil asumir que sea posible prolongar la actual dinámica más allá del 1T12.
Y no hay nada peor que la incertidumbre política para los activos de riesgo. Aquello que fuera lo que aguantaba la renta variable hasta la semana pasada está cediendo poco a poco y en los últimos días, en un proceso inverso al visto recientemente, la Bolsa ha vuelto a mínimos del año, algo que por otra parte era lo lógico dadas las incertidumbres, mientras el diferencial de la deuda española no ha empeorado (porque entre otras cosas y como ya hemos dicho, la deuda de Alemania ha empeorado). A partir de aquí se empezaría a descontar una recesión de las serias, que nos llevaría a niveles del 2008-2009. Siguiendo con el optimismo, cualquier paso correcto en la situación de crisis en Europa desvelaría el significativo potencial que, en condiciones normalizadas, tienen las bolsas.
Nicolás Fernández
Director de Análisis de Banco Sabadell
28 de noviembre de 2011