El director de Análisis de Banco Sabadell expone las principales claves de los mercados
No parece que vayamos a vernos apoyados por los políticos, por el BCE ni por los flujos para ver un rally de Navidad; sin embargo, la esperanza es lo último que se pierde.
Lo que podría apoyar ese rally serían los niveles actuales de los mercados y las caídas que acumulan (en Europa casi todos alrededor del -20%), pues parece difícil que veamos noticias negativas adicionales, una vez que ya casi todo está sobre la mesa.
El comienzo de 2012 se antoja como uno de los inicios de año más complicados, con malos datos macro sobre todo de Europa, sin una idea clara de cuándo Merkel dejará que la segunda parte de su hoja de ruta se haga realidad, con Grecia en el alambre sin que haya un sistema de cortafuegos para España e Italia y con expectativas de que las estimaciones empresariales de beneficio se vean reducidas. Da la impresión de que cualquier apoyo al mercado tiene que venir por algún hecho extraordinario que lleve a que las autoridades europeas actúen y el BCE haga lo que es necesario (prestamista de última instancia). Este puede venir de problemas concretos en colocaciones de deuda en Europa, donde Italia es la primera de la lista, pues no parece que Merkel abra la mano o que el FMI aporte más dinero. Desde nuestro punto de vista ya hemos rebasado todos los límites y la situación es terminal, por lo que la espera es aún más irracional.
Lo único que sigue apoyando es que la recesión más o menos intensa a la que apuntan nuestras estimaciones (y las de la mayoría de las casas de análisis) se circunscriba a Europa, y que EE.UU. y los emergentes aguanten, lo que en definitiva apoya las valoraciones de la Bolsa, que en ese contexto sigue estando muy barata.
Sobre las compañías, destacan esta semana la retirada de los chinos HNA de entrar en NHH valorándola a 5,35 euros/acc cuando está cotizando a 2,115 euros/acc, que ha dejado a la española en mala situación financiera y apostamos por alguna acción a corto plazo para obtener liquidez, lo que debería ser bien recibido. También Telefónica, que ha rebajado sus estimaciones de dividendo a partir de 2012 un -15% (-26% si atendemos a la parte de efectivo) partiéndolo en un pago en caja (1,3 euros/acc) y el resto en amortización de autocartera: la rentabilidad por dividendo pasa del 13,5% al 11,5% (10% si asumimos solo la parte de caja), lo que sigue siendo mucho comparado con lo que paga el resto de opciones de inversión. Sin embargo, el mercado nunca está contento al 100% y en su inconformismo sigue dudando de que Telefónica sea capaz de hacer frente a este pago; nosotros sí lo creemos, por si sirve para algo.
Nicolás Fernández
Director de Análisis de Banco Sabadell
19 de diciembre de 2011