El director de Análisis de Banco Sabadell expone las principales claves de los mercados
Tras un nefasto (en todos los sentidos) 2011, el 2012 ha empezado con fuerzas renovadas, como si se hubiesen atemperado los ánimos tras las decepcionantes cumbres de finales de 2011 y sobre todo apoyados por las subastas de liquidez a 3 años del BCE. Este ha sido el verdadero apoyo para los activos de riesgo. De hecho, los bancos, que empezaron el 2012 igual de flojos que acabaron el 2011, se han visto impulsados en la última semana uniéndose a la fiesta que llevaban disfrutando desde el 1 de enero los sectores más cíclicos, desde autos hasta materiales básicos, pasando por industriales y aceros.
¿Qué esperamos en 2012? En este sentido, lo más importante primero es fijar los escenarios en los que nos movemos desde el punto de vista político-macro y empresarial. Desde el lado macro, tras el buen inicio de año (sobre todo en Estados Unidos) esperamos que los datos reflejen un menor crecimiento, al menos durante el primer trimestre, pero seguimos apostando por una recuperación en la segunda parte del año hasta un crecimiento por debajo del potencial en 2012 pero positivo. En Europa, recesión en los dos primeros trimestres, con grandes variaciones entre los países periféricos (más contracción en España y el resto) y los más grandes (Alemania locomotora). Esperamos también que el Reino Unido mejore la evolución de Europa. A nivel mundial, el apoyo de los emergentes, creciendo menos, pero creciendo, permitirá que la recesión no sea más severa. Desde el punto de vista político, los riesgos siguen estando en Grecia, a punto de cerrar la negociación de la quita de deuda que parece será voluntaria, su cumplimiento en los ajustes, como el de Portugal e Irlanda, las medidas pendientes en España (reforma laboral, sobre todo) e Italia, donde la situación podría tensionarse debido a la precariedad del gobierno de tecnócratas y las exigentes medidas a tomar. Aquí está el riesgo, tensiones por estos frentes podrían llegar en cualquier momento y la primera cumbre del 30 de enero debería empezar a enfocarse en más crecimiento y empleo sin dejar de lado los ajustes.
Por el lado empresarial, el ajuste en las estimaciones de beneficios por acción se empezó hace tiempo y aunque todavía le queda, ese impacto es más limitado. Las compañías están dando peores previsiones para los siguientes trimestres, pero es que la visibilidad sigue siendo muy baja. En todo caso, sigue destacando el mejor perfil financiero de la mayoría de valores. Nuestras apuestas pasan por mercados punteros en Europa (Alemania) y baratos en emergentes (como China).
En cuanto a sectores, debemos ir tomando posición en los más cíclicos que son los más baratos. Desde un punto de vista de macro hay que adelantarse a una posible mejora de la situación en la segunda parte del año. La otra clave para que se refleje todo el potencial de la bolsa sigue siendo la reducción de las primas de riesgo y esto está intimamente ligado a la evolución macropolítica comentada antes. El ajuste a la baja se está dando, pero poco a poco. La pregunta no está en si la prima de riesgo va a bajar ya que tiene que hacerlo, la actual no es sostenible. La pregunta es cuándo, el famoso timing, ya que cuando esto ocurra, se desvelará un potencial muy relevante en las bolsas. Creemos que un ajuste más brusco es difícil a corto plazo y será más gradual.
En cuanto a los valores, apostamos por los diversificados con exposición a emergentes y a zona dólar. La apuesta diferencial siguen siendo los bancos, que en un entorno normalizado son los más baratos.
Nicolás Fernández
Director de Análisis de Banco Sabadell
23 de enero de 2012