El director de Análisis de Banco Sabadell expone las principales claves de los mercados
En la última semana, la atención de los mercados se ha concentrado aún más en España, donde se han generado bastantes dudas sobre cómo financiar la recapitalización de Bankia y la reestructuración del sistema financiero, sobre todo después de que (de forma oficiosa) el BCE descartara el plan del Gobierno de que el primero dotara de liquidez a Bankia contra deuda del Estado entregada a la entidad directamente sin pasar por el mercado. A raíz de esto, aumenta la especulación más sobre la necesidad de un rescate y se dispara la prima de riesgo.
Mientras, prácticamente todas las semanas se da vueltas a lo mismo: ¿eurobonos sí o no?, ¿qué hacemos con los bancos españoles que necesitan dinero público?, ¿se pueden o no suavizar los planes de ajuste y a cambio de qué? Mientras, los cambios de posición y de estimaciones (sobre déficit, sobre necesidades financieras) en España no ayudan a recuperar la confianza. Y en Europa, las declaraciones se suceden y cada una desmiente a la anterior. El clima de confusión es muy similar al que ya vivimos en momentos del año pasado, pero la realidad es que ahora el riesgo es mucho mayor tanto para la integridad del euro como para el crecimiento económico. La pregunta es: ¿hay alguien ahí?
¿Puede España afrontar sola la recapitalización del sistema financiero para las entidades que lo necesitan (que no son todas)? Todavía no hay cifras exactas de cuánto supondrá, el consenso de mercado lo cifra en 50.000-70.000 millones de euros: 19.000 millones de euros adicionales para Bankia, 20.000 millones de euros en esquemas de protección de activos para el resto de entidades intervenidas pendientes de subasta (Catalunya Caixa, Nova Caixa Galicia y Banco de Valencia) y posiblemente hasta 30.000 millones de euros para otras entidades que requieran el apoyo estatal para cumplir con el Real Decreto (provisiones al crédito promotor). Para esto último, recordamos que los expertos independientes seleccionados por el Gobierno presentarán su auditoria agregada del sector a finales de junio, y se rumorea que la auditoría entidad por entidad se habría adelantado de finales de septiembre a finales de julio. Contando con los fondos actuales, se podría calcular una necesidad de emisión adicional de 25.000-30.000 millones de euros para el FROB. Con más de 80.000 millones de euros pendientes de emitir por España y con la evolución de la prima de riesgo (>500 p.b.), la respuesta es que parece muy difícil que el FROB pueda emitir.
Si, como decimos, parece muy complicado que la reestructuración bancaria puede llevarse a cabo sin ayuda exterior, solo dejaría dos opciones: (i) recapitalización directa a través del MEDE, a lo que Alemania se sigue oponiendo y que requiere de aprobación en los parlamentos europeos; (ii) Recapitalización indirecta desde el MEDE pasando por el Tesoro español. Esto supone un rescate encubierto y una mayor condicionalidad en las decisiones políticas (pérdida de soberanía), por lo que el Gobierno se opone. Al final, alguien tendrá que ceder, pero hasta entonces lo más probable es que se mantenga la presión sobre los activos de riesgo españoles y de forma general sobre los periféricos y es poco probable nada definitivo antes de las elecciones griegas del 17.06.
España no es Grecia, no necesita un rescate. Nuestro sistema financiero tampoco es como el griego. Sin embargo, sin mover ficha a la espera del desenlace de las elecciones en Grecia, España está cada vez más cerca del rescate. Si este es inevitable, ¿de qué forma se presentará y cuál será el coste a asumir para España y para el euro? La gestión de la crisis hasta ahora no permite ser muy positivo sobre estas dudas. Y mientras el reloj del crecimiento se mueve inexorable, estamos empezando a ver las primeras señales de decepción y de dudas sobre el crecimiento, y cuanto más se alargue la crisis europea, peor será.
Nicolás Fernández
Director de Análisis de Banco Sabadell
4 de junio de 2012