Sólo les queda un peldaño. Rafa Nadal y Kei Nishikori están ya en semifinales del Barcelona Open Banc Sabadell - Trofeo Conde de Godó tras eliminar a Fabio Fognini y Alexandr Dolgopolov caminando caminos distintos. Rafa controló el partido al principio y se lo complicó al final, mientras que Kei sufrió al comienzo para acabar arrasando en el segundo set.
El escalón que les queda tiene nombres y apellidos: el de Rafa se llama Philipp Kohlschreiber, un alemán de magnífico revés a una mano y especialista en tierra batida. Sin embargo, Rafa está a punto. Él mismo ha declarado en rueda de prensa que su mente lo está y que a partir de ahí ya puede construir el juego con el que demoler a sus rivales.
De eso ha tomado hoy nota Fabio Fognini. El año pasado el italiano derrotó al español pero la situación ha cambiado como de la noche al día. El partido fue controlado por Rafa de manera estricta en el primer set (6-2) y lo llevaba encaminado en el segundo con un arranque de 2-0 arriba y 40-15. Un mal juego de Rafa permitió a Fognini meterse de nuevo en el partido y convertirse en ese jugador genialmente peligroso capaz de meter en problemas a cualquiera. Sin embargo, esta vez Rafa reaccionó. Cortó errores, metió una marcha más y pasó de ser dominado 5-3 a dominar 6-5 y tener varias pelotas de partido. Ahí resurgió el arte de Fognini, renacentismo con raqueta, para sacar golpes increíbles, derechas, dejadas, globos con los que mostrar que su mano es inconmensurable, una afrenta para Rafa que de nuevo demostró que su cabeza vuelve a funcionar. Tomó nota del desafío y jugó un tie-break "valiente" que le llevó a la victoria y a semifinales.
La última montaña que le queda a Nishikori es francesa y se llama Benoit Paire. El nipón sudó lo suyo en el primer set, pero cuando subió de nivel se llevó de seguido ocho juegos consecutivos ante Dolgopolov. Su rival de mañana en cambio no tuvo su día. Paire ganó por puro peso tenístico, porque la diferencia entre él y el esforzado tunecino Jaziri es suficiente como para sobrevivir a un mal partido. Mañana tendrá que subir mucho el nivel si no quiere que el partido contra el doble ganador del torneo, Kei Nishikori, no se quede en mero trámite.
El último cuarto de final no tuvo historia. Kohlschreiber arrasó a Kuznetsov y se llevó el partido 6-3, 6-1, dejando claro que cualquiera que crea que Rafa tendrá un paseo está en un grave error. Favorito sí, pero precaución. Esto es #latierradeltenis y todo puede suceder.
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