Rafael Nadal buscará ensanchar su leyenda con su décimo título en el Barcelona Open Banc Sabadell frente al futuro del tenis mundial, Dominic Thiem (final mañana a partir de las 16.00 horas, si el tiempo lo permite). Los dos han demostrado a lo largo de la semana que son los jugadores más en forma del circuito sobre tierra batida. Para Nadal, es una cita con la historia; para Thiem, es la confirmación de un futuro que se adivina brillante.
Sigue con nosotros aquí lo mejor del Barcelona Open Banc Sabadell - 65º Trofeo Conde de Godó.
El nivel de juego de uno y otro contendiente ha sido muy distinto en las semifinales. Nadal ha sido fiel a sí mismo en su rueda de prensa y, como siempre, ha hecho un análisis autocrítico de su actuación: "Hoy no he jugado bien en general, he jugado muy corto; las circunstancias eran muy cambiantes sobre todo con el viento. Además, el estilo de Zeballos (su rival de hoy en semifinales) no es fácil para hacer un partido de jugar bien". Para Rafa, las condiciones de hoy, con viento y humedad no eran las idóneas: "La pista está muy pesada y con mi saque no me es fácil hacer aces, así que intento sacar a porcentaje de forma que pueda empezar el punto en una posición de control".
Efectivamente, el nivel de hoy de Rafa no ha sido brillante, pero le ha permitido ganar a un incómodo Zeballos por 6-3 y 6-4. "Cuando uno no juega bien, las victorias tienen más valor", cerró el mallorquín.
Su rival mañana será Dominic Thiem, que jugó un auténtico "partidazo" contra el número uno del mundo, Andy Murray. "No es ninguna sorpresa que haya ganado Thiem", ha valorado Rafa Nadal. "Cuando impacta la bola, es una pelota muy dura. Mañana tengo que intentar que vuele muy larga, más allá del cuadro de saque, y abrir algún ángulo, porque él suele jugar un poco atrás. Desde luego, mañana es el día para jugar bien".
Este análisis de nuestro campeón podría haber sido de mucha utilidad para Murray. Fue a remolque del juego del austriaco durante todo el partido, que comenzó siendo un calco del choque del día anterior contra Ramos. Primer set claramente perdido, y un segundo en el que el escocés siguió sufriendo pero sacando sus juegos adelante. Como ejemplo, bastaría el siguiente: su primer juego de saque lo solventó tras diez minutos de lucha. Thiem invirtió sólo tres en la misma tarea.
A pesar de los sudores y de ir de un lado al otro presionado por la velocidad de golpeo de su rival, Murray llegó vivo hasta la fase definitiva del set y ahí dio su zarpazo. Mientras que Thiem había desaprovechado varias peloteas de rotura para decantar la manga y el partido, Murray aprovechó la primera que tuvo para ponerse 5-3 arriba. El mazazo dejó "KO" al austriaco que de golpe perdió el control del partido. Cedió el set y también su saque en el comienzo del tercer set.
Pero, de nuevo, todo cambió. Dos passing shot de auténtico maestro volvieron a meter a Thiem en el partido y resucitaron las dudas de Murray. El asedio del austriaco a la fortaleza defensiva del escocés se intensificó. Era el oficio del número uno contra el asalto a tumba abierta del número 9. Thiem no tembló, no se repitió la historia de los cuartos cuando Albert Ramos dejó escapar a Murray de una trampa que tendría que haber sido mortal y selló su pase a la final rompiedo el saque del británico.
Mañana para ganar Nadal tendrá que subir su nivel de hoy y Thiem mantener el suyo. Lo primero es fácil, lo segundo es más difícil. En cualquier caso, la batalla de mañana es la lucha entre un presente que aún le pertenece a Rafael Nadal y un futuro que, sin duda, le debe pertenecer a Dominic Thiem.
Comentarios
Puedes seguir esta conversación suscribiéndote a la fuente de comentarios de esta entrada.