Iniciar el proceso de internacionalización de nuestros productos y servicios requiere de un estudio exhaustivo de muchos aspectos que incidirán en el éxito de la implantación de nuestra empresa en los nuevos países seleccionados. Entre ellos, uno de los más importantes será la logística de la entrada, distribución y tiempo de entrega de los productos, así como la gestión postventa de cambios o devoluciones.
Una buena política de la organización logística puede suponer para la empresa beneficios que se reflejarán en aumentos en los márgenes de venta, descensos en los costes de comercialización, mayor control del flujo de las mercancías e incremento de la satisfacción del consumidor final. Para ello, se deberá cuidar la gestión de todo el proceso: logística relacionada con el proceso de producción, almacenaje, manipulación y servicios posteriores a la venta como la entrega, la atención al cliente o el reciclaje.
En este sentido, la empresa exportadora deberá tener en cuenta aspectos como:
- Tipología de carga: para determinar cómo debemos transportar o entregar nuestro producto, deberemos tener muy en cuenta las características de la carga –si es perecedera, frágil, peligrosa, con dimensiones o pesos especiales, etc.-, así como los riesgos que puede conllevar su movilización: manipulación en terminales, almacenamiento, transporte, humedad, robo, incendios, contaminación...
- Transporte: conociendo las características del producto y las operaciones de manejo que requerirá, además de los tiempos necesarios para la entrega, podremos elegir el transporte y las rutas más adecuados, tanto para trasladar las mercancías al país como para moverse dentro de este.
- Inventario, almacenaje y embalaje de productos: otro punto a considerar será la necesidad de almacenar nuestros productos una vez en el país de destino. Para ello, deberemos tener en cuenta, además del tipo de mercancía, el tiempo que va a pasar en almacén y la rotación que va a tener, sin olvidarnos de la posible manipulación o embalaje que necesite para la entrega final.
- Procesamiento de información: además de poder hacer un seguimiento de todo el proceso para mantener el control sobre nuestras mercancías, será interesante tener en cuenta opciones que nos permita establecer sistemas de información para recibir las órdenes de compra o transmitir las guías de remisión. Además, también se deberá tener en cuenta la posibilidad de realizar –y que el cliente final pueda realizar- un seguimiento de los productos desde el origen de ellos hasta que le son entregados al cliente.
- Distribución y entrega: igual o más importante que lo anterior es la última milla, en la que deberemos acercar el producto a las tiendas o al consumidor final con todas las garantías y en los tiempos comprometidos.
- Servicios postventa: controlar que la entrega se ha realizado de manera satisfactoria, ofrecer asistencia técnica, devoluciones gratuitas y mantenimiento específico, serán aspectos que nos ayudarán a incrementar la satisfacción de los consumidores y fidelizarlos.
Para ayudarte en la definición de la estrategia logística y en la operativa de la misma, Sabadell Go Export, el espacio a través del cual Banco Sabadell te ayuda a implementar tu negocio en nuevos países, pone a tu disposición un amplio catálogo de recursos y herramientas en el que podrás encontrar partners de primer nivel.
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