A la hora de plantear la internacionalización de un negocio, como comentábamos en el post “Buscando internacionalizar un negocio: ¿es mejor una filial o una sucursal?”, es importante tener en cuenta las diferentes modalidades y las ventajas o inconvenientes que puede tener cada una para nuestra empresa. Pero, más allá de la elección del tipo de figura jurídica, será primordial determinar cómo la vamos a gestionar: ¿qué relación habrá entre la filial y la matriz?, ¿Cómo nos comunicamos con las sucursales?, ¿Qué grado de independencia les damos a sus gestores?
Cuando abrimos nuestra empresa en nuevos mercados instalando oficinas en el país, la gestión se vuelve más compleja. En este contexto, se deberán tener en cuenta algunos puntos importantes:
- Mantener el control midiendo, de forma periódica, los resultados de la estrategia y proponer cambios cuando sea necesario. Por ello, se deberá basar el control y las decisiones en una información precisa, exacta y lo más a tiempo real posible. Esa información será imprescindible a la hora de tomar decisiones empresariales y financieras que permitan mejorar el resultado final.
- Crear un equipo eficiente y con capacidad de reacción en el que poder delegar la gestión de esa nueva oficina. Aquí, se deberán establecer metas y definir los recursos necesarios para alcanzarlas, dejando trabajar el equipo con cierta independencia, adaptando la experiencia de la empresa en su sector y sus políticas a las particularidades del nuevo país y las necesidades de su nuevo público.
- Será importante establecer o contratar las herramientas necesarias para contar con un verdadero control en remoto, que permita manejar ciertos procesos a distancia y que facilite la comunicación entre los equipos. En este punto, toma especial relevancia la comunicación interna y la colaboración entre los responsables de los procesos de la matriz y las filiales. Por ello, habrá que poner a disposición de esos equipos las herramientas adecuadas –emails, chats, videoconferencias, foros, encuentros, etc.-, para que puedan estar siempre en contacto y trabajar conjuntamente.
Pero, ¿en qué debe centrarse y qué debe reportar cada sucursal o filial para hacer seguimiento de su evolución junto a la matriz? Esto dependerá de la fase en la que se encuentre: durante el aterrizaje, la nueva oficina deberá abrir y consolidar la red comercial, contactar con proveedores fiables, controlar la calidad y el nivel de sus servicios, etc. En cambio, durante la fase de crecimiento, se centrará más en adquirir volumen para mejorar su posición competitiva. Por último, en la de consolidación, la prioridad será el posicionamiento estratégico para la filial y la recuperación de la inversión para la matriz.
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