La relación entre España y Portugal es muy estrecha y próxima, tanto a nivel geográfico como económico. Los datos que facilita regularmente el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) son un claro reflejo de esta relación comercial: en 2017, Portugal vendió bienes y servicios a España por valor de 11.001 millones de euros. Por su parte, España vendió a Portugal mercancías por valor de 19.844 millones de euros.
Portugal es el quinto socio comercial de España en términos globales y los principales productos que se exportan de España a Portugal son bienes de equipo (vehículos y maquinaria industrial) y plásticos, materiales eléctricos, alimentación y bienes de consumo. No obstante, cada vez hay una mayor diversificación de productos que las empresas españolas introducen en el mercado luso y la aceptación del producto español, por su calidad y servicio, es muy alta.
Históricamente la balanza comercial ha sido positiva para España y ha sido favorecida, además, por la proximidad geográfica, las infraestructuras que nos unen y que, a la práctica, las empresas tienen en ambos lados de la frontera una única sede en la Península para fomentar de forma eficiente las diferentes transacciones comerciales. Con estas ventajas, la tendencia es que los intercambios económicos entre ambos países vayan creciendo y se consoliden.