En las semanas que hemos pasado en nuestros hogares confinados, muchas de nuestras rutinas diarias han variado. Si en este tiempo has aprovechado para introducir algún cambio en tu alimentación para cuidar tu bienestar, puedes aprovechar ahora que nos encontramos en la fase de desescalada y que empezamos a retomar, poco a poco, la cotidianidad, para mantener estos buenos hábitos e incluso mejorarlos.
En esta charla de #SabadellForum Virginia Rodríguez, CEO & founder de Colorá Health-Coaching, nos habla de nutrición saludable y nos da algunas pautas para aplicar correctamente hábitos de alimentación para prevenir enfermedades y mejorar nuestra salud. Y es que para Virginia, la nutrición y el estilo de vida saludables puede hacernos sentir mejor que nunca.
o Verduras: Las verdes que previenen el cáncer (acelgas, coles de Bruselas, tomates, cebollas…).
o Frutas: Debemos dejar de lado las que tienen más azúcar (piñas, plátanos…) y priorizar, sobre todo, los frutos del bosque (fresas, frambuesas, arándanos…).
o Proteína magra (pollo, pavo, carne roja en moderación, legumbres…).
o Grasa: Es buena para el cerebro y para el corazón. Pero no todas las grasas. Destacan la grasa buena, el aceite de oliva, el aguacate, los frutos secos, el omega-3 y el omega-6. En cuanto a las grasas saturadas pueden comerse pero con moderación y de alta calidad, como, por ejemplo, la carne roja o el queso de alta calidad. Las grasas saturadas de productos procesados no son buenas.
o Granos y patatas/batatas: Proporcionan energía, previenen enfermedades, son anti-inflamatorios y buenos para el sistema inmunitario.
La health coach nos da unos consejos saludables que podemos aplicar para mejorar nuestros hábitos de alimentación y cocina en esta desescalada en la que estamos inmersos: al comer tendríamos que parar cuando sintamos que estamos, aproximadamente, al 80% llenos, como media deberíamos beber unos 8-9 vasos de agua a lo largo de todo el día, también es importante limitar el consumo de café, con uno o dos al día sería suficiente, pero el mejor medidor al respecto somos nosotros, debemos sentirnos bien, dormir bien… si no, habría que cambiar el café, por ejemplo, por té verde que tiene propiedades anti-cáncer. Asimismo, sería también bueno que pudiéramos disminuir, en la medida posible, el azúcar y eliminar de nuestra dieta la comida procesada. Respecto a los lácteos y el gluten, dependerá de cada uno, según la sensibilidad que tengamos podremos comer más o menos.
Según Virginia, un 80% del sistema inmunitario está en el sistema digestivo, el cual es nuestro segundo cerebro. Las señales nerviosas del sistema digestivo que transmite a nuestro cerebro, afectan a nuestro estado de ánimo. Existe una relación bidireccional entre el cerebro y el sistema digestivo. Para el cuidado de nuestro segundo cerebro, debemos tener en cuenta los probióticos y los prebióticos. Los probióticos, que son bacterias beneficiosas que viven en el intestino, hay que sembrarlos ya que son buenos reguladores de todo nuestro organismo, y los fertilizaremos con prebióticos, o fibras vegetales especializadas, que ayudan a crecer a los probióticos. Podemos encontrar los probióticos en algunos alimentos tales como el yogur, el pepino, la comida fermentada, las aceitunas, la cerveza… y los prebióticos en las alcachofas, la cebolla, el ajo, el apio, los plátanos, la berenjena, el requesón, los guisantes, el chocolate, etc.
Virginia nos quiere ayudar también a mejorar la salud del cerebro. Y es que para la coach, muchas veces nos olvidamos de nuestro cerebro porqué no lo vemos. Resulta vital el cuidar cuatro aspectos para una buena reserva cerebral que nos va a ayudar a evitar el deterioramiento del mismo con el paso del tiempo:
o Biología: La buena grasa.
o Psicología: No creernos todo lo que pensamos.
o Espíritu: El propósito que tenemos en nuestra vida.
o Conexiones: Pasar tiempo con los demás.
Para el cerebro es sumamente importante dormir 8-9 horas: previene enfermedades, es anti-estrés, mantiene las hormonas del apetito en equilibro y lava el mismo cerebro. También es bueno hacer ejercicio, unos 150 minutos de actividad física cardio a la semana ya es beneficioso, deberíamos focalizarnos en hacer una cosa y no varias a la vez, fomentar el trabajo del mindfulness, con 10-15 minutos cada día ya es bueno. Otras cosas positivas para nuestro cerebro sería no hacer nada, que el cerebro no haga nada, también habría que considerar un tiempo de juego, que es importante para la plasticidad del cerebro, pasar tiempo con la gente más saludable de nuestro círculo, interactuar con el entorno exterior y tener un propósito, es decir, tener una visión clara de lo qué queremos, saber hacia donde ir.
El origen de la comida es importante. Si podemos comprar orgánico, nos recomienda primero comprar la carne. En cuanto a las frutas y verduras, nos comenta que es interesante comprar ecológicas aquellas que sepamos usan más pesticidas.
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