Nos acercamos a una recuperación progresiva de la crisis generada por el coronavirus. El escenario global retoma el pulso económico y los mercados parecen recobrar poco a poco la confianza. Viendo la situación que ha dejado tras de sí el virus, nos preguntamos con qué escenario se van a encontrar las empresas exportadoras.
Las secuelas de la COVID-19: el escenario español y europeo
En el mundo anterior a la COVID-19, las empresas exportadoras se encontraban con dificultades logísticas puntuales y localizadas geográficamente. Sin embargo, la situación actual ha afectado prácticamente a todos los países del mundo: rutas marítimas canceladas, puertos donde no es posible descargar, confinamiento de mercancías, duros protocolos de higiene y mucha incertidumbre acerca de las restricciones comerciales.
Según el último informe de comercio exterior publicado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, entre enero y abril de 2020 las exportaciones españolas decrecieron un −12,4 %, por encima de la media del conjunto de la zona euro (−9,8 %). Entre las principales economías europeas, descendieron las exportaciones de Alemania (−10,1 %), Reino Unido (−11,4 %) y Francia (−17,3 %); y en el resto del mundo se vieron afectadas las ventas de EE. UU. (−9,5 %), China (−9,0 %) y Japón (−9,7 %).
¿Qué sectores saldrán reforzados de esta crisis y cuáles tardarán más en hacerlo?
A pesar de la fuerte caída de los mercados globales, hay sectores que se han visto beneficiados durante esta crisis sanitaria: entretenimiento basado en streaming, salud y farmacia, distribución y gran consumo, alimentación, telecomunicaciones o tecnología. Se trata de sectores pertenecientes a los servicios decretados como esenciales o que se encontraban en un estadio de digitalización avanzado, lo que les ha permitido afrontar con mejores garantías el impacto de la COVID-19 y cuya recuperación se estima en menos de seis meses.
En el otro lado de la balanza se encuentran sectores que dependen directamente de las limitaciones de movilidad y de la capacidad de gestión impuestas por los gobiernos de cada país. Los más afectados y que más tardarán en recuperarse son: turismo, hostelería, ocio y eventos masivos, inmobiliaria y automoción.
La oportunidad: hacia la nueva normalidad digital
La COVID-19 ha dejado ver la falta de ritmo en la transformación digital de nuestro mundo y nos ha obligado a acelerar una digitalización que, en circunstancias habituales, hubiese tomado décadas de transición. España, como uno de los países líderes en el ámbito de las nuevas tecnologías, puede encontrar en esta época de incertidumbre un punto de inflexión para la exportación de productos tecnológicos. La transformación digital y los procesos adaptados a un mundo plenamente digitalizado diferenciarán a las empresas que conseguirán abrirse camino en un escenario marcado por las limitaciones geográficas y los duros protocolos de aduanas.
El Big Data y Machine Learning se colocarán en el punto de mira de las empresas para optimizar sus recursos y reinventar sus sistemas. Las tecnologías de la comunicación y la colaboración, como el cloud computing (servicios a través de la nube), las videocomunicaciones y la ciberseguridad serán muy necesarias para cualquier compañía que quiera asegurar sus procesos en remoto, tanto de forma interna como externa, y garantizar el buen funcionamiento de sus servicios.
También crecerá el uso del Internet of Things (IoT), un sistema que permite conectar objetos de uso cotidiano a la red y monitorizar sus datos para crear un mapa en tiempo real de las necesidades y uso de esos objetos.
El futuro que viene para las empresas exportadoras
La economía global se encuentra en uno de los puntos más delicados desde la década de los años treinta. La Organización Mundial del Comercio (OMC) prevé un período complicado para todos los sectores, pero en especial para aquellos cuyos procesos de exportación se vean directamente afectados por las políticas restrictivas de los gobiernos.
El pronóstico de la OMC en su último informe anual estima que el volumen del comercio mundial de mercancías caerá este 2020 entre un 13 % y un 32 % en comparación con el año anterior. Aunque todavía es pronto para señalar la magnitud de esta crisis, el ritmo de mejora de los sectores exportadores dependerá de dos factores:
- Cuánto tiempo se tardará en controlar la pandemia de forma segura y eficiente.
- Qué políticas implementan los gobiernos a nivel nacional e internacional para subsanar sus economías.
Como ya apuntábamos en nuestro análisis sobre nuevas medidas proteccionistas, la tendencia a la baja de los mercados globales no es nueva. Por eso, la demanda de productos y servicios adaptados a la era digital será clave para sortear el campo de minas que nos deja la COVID-19.
Recuerda que, para ayudarte a analizar el mercado de destino, Banco Sabadell pone a tu disposición Sabadell Go Export, la guía de servicios y asesoramiento que te ayudará a encontrar la información necesaria y los mejores partners para todo el proceso de internacionalización.
Si tienes cualquier duda o consulta, recuerda que estamos a tu disposición todos los días las 24 horas en el 963 085 000, en [email protected] o en nuestras redes sociales (Twitter, Facebook e Instagram).
Comentarios