Los países latinoamericanos se preparan para abordar diferentes desafíos económicos en el año 2024. La región se encuentra frente a la desaceleración económica y el creciente coste de la deuda. Por su parte, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) advierte sobre la complejidad del escenario macroeconómico global.
Las previsiones de las principales economías latinoamericanas muestran un panorama desafiante para el año próximo
Brasil, como la mayor economía de la región, se enfrenta a una desaceleración proyectada según la OCDE de un 1,8 % en 2024, en comparación con el 3 % de 2023.
El Gobierno brasileño estará bajo presión para alcanzar la meta de déficit cero. Para abordar esta situación, tiene previsto implementar una reforma tributaria destinada a simplificar el complejo sistema fiscal vigente desde hace más de tres décadas.
Con la inflación bajo control, se espera que el Banco Central brasileño continúe con los recortes a la tasa de interés, que anteriormente había alcanzado niveles notablemente altos de hasta el 13,75 %. Como resultado, podría favorecer una relación menos tensa entre la autoridad monetaria y el gobierno brasileño en 2024.
México encara diversos desafíos en infraestructura y busca capitalizar su asociación con Estados Unidos para el "nearshoring". Aunque se proyecta un crecimiento del 3,5 % en 2024, la incertidumbre política antes de las elecciones y las tensiones en Estados Unidos plantean desafíos adicionales.
Concretamente, los principales retos en México incluyen la necesidad de invertir en infraestructura, especialmente en sectores como el agua y la energía, y aprovechar las ventajas competitivas derivadas de su asociación con Estados Unidos.
La incertidumbre política será un factor importante en México, con la celebración de elecciones presidenciales en junio y las posibles tensiones previas a las elecciones presidenciales en Estados Unidos en noviembre. Estos eventos pueden generar incertidumbre adicional en el entorno político y económico del país.
En Argentina, el nuevo presidente, Javier Milei, se enfrenta a una situación compleja con una inflación interanual del 160,9 %. Su plan de "shock" incluye un fuerte ajuste fiscal y la liberación de precios con el objetivo de estabilizar la macroeconomía y alcanzar un equilibrio financiero en 2024.
Para lograr el equilibrio financiero en 2024, implicará, como mínimo, alcanzar un superávit primario equivalente al 2 % del PIB. Además, deberá abordar el problema del abultado pasivo del Banco Central y buscar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, al que Argentina adeuda 46.000 millones de dólares.
Colombia, Chile y Perú: recuperar el crecimiento
Colombia encara el año 2024 con el control de la inflación, la reducción de los tipos de interés y la reactivación económica como principales desafíos. Se espera una expansión del PIB del 1,4 %, con una recuperación gradual y una mejora más marcada en la segunda mitad.
La inversión fija, que experimentó una caída del 9,3 % este año, se espera que continúe mostrando signos de debilidad en 2024, aunque se prevé una mejoría gradual. El Banco de la República ha mantenido una política monetaria restrictiva para controlar la inflación, que alcanzó una tasa interanual del 10,15 % en noviembre.
En Chile, donde la inflación se mantiene bajo control, el principal desafío para el 2024 es recuperar el crecimiento económico. Para abordar esta situación, se ha establecido un "Gabinete de Crecimiento Económico" encargado de impulsar proyectos de inversión tanto públicos como privados, con un enfoque en sectores estratégicos como la minería y la construcción.
Según las proyecciones de la OCDE, la economía chilena registrará un crecimiento nulo este año, principalmente debido a la debilidad de la demanda interna. Sin embargo, se espera que el PIB se expanda un 1,8 % en el 2024.
Perú tendrá como principal desafío mantener la disciplina fiscal después de cerrar el 2023 en recesión. Según Rosa Bueno, presidenta de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), el primer paso en 2024 es llevar a cabo reformas políticas, ya que el ruido político e inestabilidad actual están obstaculizando la generación de confianza necesaria para reactivar la economía. Además de estos desafíos, el país andino también debe superar la recesión económica.
Estos retos económicos, específicos de cada país, reflejan la compleja situación que enfrenta la región latinoamericana en su búsqueda de estabilidad y crecimiento en el año 2024.
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